No es la unidad de la izquierda lo que necesitamos sino la regeneración democrática. No es el sorpaso del PSOE por IU sino el cambio de modelo energético y productivo para decrecer en consumo de energía y materias primas como única forma de crear empleo sostenible y crecer en solidaridad, cooperación y bienestar social. Pero los cambios en el s. XXI sólo serán posibles con la participación consciente de la ciudadanía.
La situación de la actual izquierda en Alpedrete es agónica, no hacen política en la calle y solo se plantean hacer cosas desde los despachos en el Ayuntamiento.
Es la hora de la regeneración democrática, es la hora de una candidatura ciudadana con la participàción de partidos como EQUO, Izquierda Anticapitalista o movimientos como el 15M o Juventud Sin Futuro.
Somos partidarios de los espacios para la cooperación política entre los movimientos sociales y las organizaciones políticas, como ha sido el caso de la Marea Ciudadana.
No tenemos nada que negociar con la cúpula de ningún partido. Tampoco formamos parte de la izquierda comunista ni poscomunista. No nos definimos por estar "a la izquierda del PSOE".
No compartimos el productivismo que han defendido, con diferentes visiones ciertamente, la socialdemocracia, los comunistas, los liberales y los conservadores. IU, como el PSOE, ha participado, especialmente en Madrid, del reparto de la tarta institucional ligado a un modelo de crecimiento basado en el ladrillo y las grandes infrastructuras. Y han tenido una parte de responsabilidad en la quiebra de Caja Madrid.
Corremos el riesgo de que el bipartidismo del PP y PSOE de paso a un modelo cuatripartito donde las pérdidas de los dos grandes hacen crecer a sus alter ego: UPyD e IU, sin que se ponga en cuestión el modelo de oligarquía de partidos inaugurado en la transición con las listas cerradas y bloqueadas donde las decisiones están en manos de las burocracias de los partidos y no de la ciudadanía.
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